9 de diciembre de 2012

Cuento.

EL PEQUEÑO ABETO.       Andrea Maestu Marzo 5ºB.

Érase una vez un pequeño abeto que se llamaba Alberto que estaba solo en el bosque rodeado de árboles que tenían unas bonitas hojas pero Alberto sólo tenía agujas y espinas.
Alberto siempre deseaba tener hojas de oro, pero una noche cuando dormía sus agujas y sus espinas se fueron transformando en hojas de oro.
Al día siguiente tenía hojas de oro y sus agujas y espinas desaparecieron pero aquella noche un malvado ladrón le quitó sus hojas de oro y al día siguiente volvía a tener agujas y espinas.
-Ya no me importa tener hojas de oro quiero tener hojas de cristal-se dijo, y al día siguiente tenía hojas de cristal pero por la noche hubo mucho viento y entonces se quedó con espinas y agujas.
-Pues ya no quiero tener hojas de oro ni hojas de cristal, ahora quiero tener hojas verdes como todo el mundo.
Al día siguiente tenía hojas verdes pero llegó una familia de ciervos y se comieron todas las hojas verdes y se quedó con agujas y espinas.
-Pues bueno, me da igual tener hojas de oro, de cristal o verdes, me gusta como soy y me quiero quedar así para el resto de mi vida-confesó Alberto.
Y así deseó y así se quedó.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado y Alberto el abeto es feliz.




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